Los alumnos de la Facultad de Medicina de Sevilla reflexionan sobre las razones y las emociones que los motivan para estudiar medicina. Se invita a participar en el mismo a estudiantes de otras Facultades de Medicina u otras personas interesadas en participar en el mismo con sus comentarios (Students of the Faculty of Medicine of Seville reflect on the reasons and emotions that motivate them to study medicine. Are invited to participate in the students from other medical schools or other interested persons to participate in it with your comments). (Pablo Bonal Pitz).
MEDICINA Y SINO NADA.
Todo empezó en cuarto de la ESO cuando aquel profesor de biología, que por cierto nunca olvidaré, mientras explicaba sus lecciones de los orgánulos celulares hacia breves referencias al cuerpo humano con las que yo alucinaba. Me encantaba que explicara acerca de nuestro cuerpo, aunque eso no viniera en la lección de aquel libro verde. En un principio pensé en estudiar biología, todos los años de instituto pensando en ser bióloga, pero ya a finales de primero rondaba por mi cabeza estudiar algo más centrado en el hombre puesto que era eso lo que más me gustaba.
Estaba convencidísima de que quería ser médico. En mi familia no hay ambiente médico ni sanitario, ni siquiera conocía a nadie que estudiara ya medicina para que me pudiera informar, ni tan siquiera sabía donde se estudiaba en Sevilla. Pero yo cada vez tenía más claro lo que quería ser de mayor. Hice selectividad, y afortunadamente tuve nota para medicina. Recuerdo aquel día cuando vi que podía ser médico, como uno de los más afortunados de mi vida.
Fue así como empecé a ir todos los días a aquella macarena sin saber muy bien adónde iba ni a que aspiraba, pero si con el sueño de entrar en el hospital y que me enseñaran como ser un buen médico. Aquel año de primero, con aquellas asignaturas que parecía había entrado en una clase equivocada de la licenciatura de física o de química me hicieron dudar bastante de si verdaderamente era eso lo que yo quería, pero ahí estuvieron mis padres y mi hermano para orientarme y ayudarme a tomar la decisión de seguir.
Sin embargo, ahora después de haber pasado por todas las asignaturas y todas las prácticas pienso que verdaderamente yo no escogí medicina antes de entrar sino que fue después cuando ya estaba dentro, cuando decidí y me convencí de que quería ser médico. El hecho de tantas veces plantearme si es esto lo que quería y el hecho de seguir aquí ha sido lo que verdaderamente me ha convencido de que es médico lo que quiero ser. Y por supuesto ahora ha cambiado el motivo de el porqué quiero ser médico, no sólo porque me guste la biología sino también porque me encanta tratar a las personas y saber como ayudarlas, y no hay mejor forma de ayudar a la gente que ayudándolas a ser un poquito más feliz.
Ahora ya, que veo cerca el final lo que aspiro es a aprender a como ser un buen médico, a aprender a como tratar a las personas para que siempre ya sea curando o sin curar pueda ayudar a esa persona que lo necesite. Agueda Romero Bernal. HUV Valme.

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