Los alumnos de la Facultad de Medicina de Sevilla reflexionan sobre las razones y las emociones que los motivan para estudiar medicina. Se invita a participar en el mismo a estudiantes de otras Facultades de Medicina u otras personas interesadas en participar en el mismo con sus comentarios (Students of the Faculty of Medicine of Seville reflect on the reasons and emotions that motivate them to study medicine. Are invited to participate in the students from other medical schools or other interested persons to participate in it with your comments). (Pablo Bonal Pitz).

A punto de cumplir un sueño...

¿Por qué estudiar medicina? Hay millones de respuestas diferentes a esta cuestión, no sólo tantas como personas la contesten, sino que una misma persona, yo por ejemplo, puede darte distintos motivos según se va adentrando en este “mundillo”. Hace 6 años, hubiera dicho que me metí en medicina porque me daba la nota, a pesar de que mi madre, muy práctica ella, me decía que hiciera algo mas cortito, y porqué no decirlo, en ocasiones he pensado que estaba en lo cierto. No me da “cosa” confesar que no empecé por vocación. Nunca había conocido cercanamente a un médico, soy la primera de mi familia, ni siquiera sabía en 1º qué era un fonendo (ahora eso sí, desde los 3 años sé que es una bujía o como funciona el embrague porque me rodean unos 12 profesores de autoescuela, qué vamos a hacerle…los hay que nunca han ido al médico y yo, me saqué el carnet gratis jaja). Personalmente no me creo esa vocación ciega de la que muchos alardean, veréis, un niñ@ de 5-10 años no tiene capacidad, no puede entender lo que significa esta profesión, ahora, si hablamos de vocación el querer llevar la bata como la de papá o mamá pues sí, vale. Por favor que nadie se ofenda.
Pues bien, empecé así, con cero vocación, a estudiar medicina. Tras 3 años de estudio incompresible, hubiera contestado algo muy parecido a lo del principio, sinceramente aún no había encontrado respuesta ni figura referente. Bueno, luego llegué a Valme y la historia cambia radicalmente. Encuentro profesionales con ganas de enseñar (“ahjah” tampoco todo el monte es orégano), pacientes, por lo general, encantados de que gente joven los “visiten”, asignaturas que ahora sí parecían de médicos, especialidades que me gustan y muchos iguales, LOS RESIDENTES, compañeros que ayudan, animan, comprenden, tienen ilusión y a diferencia de otros médicos ( que parece que ya nacieron sabiendo, y además así te lo hacen saber), te enseñan a aceptar que “vale, no tengo ni idea pero poco a poco llegaré”.
Para terminar, ahora casi con el título, y más acojonada que nunca, deciros que volvería atrás a repetir una y mil veces que entré en medicina porque la nota me daba, porque en estos 6 años he tenido la oportunidad de conocer la profesión más bonita del mundo, la que creo dará sentido a mi vida y de la que espero, y estoy segura, obtendré muchas satisfacciones. Para los que crean que van a cobrar poco les digo, como a los que me pitan con el coche en los semáforos, que se compren un avión, vamos, que disfruten de lo que hacen y que no pasa nada si se conduce un “seat” que es lo que conducen muchos otros profesionales. Besos a mis amig@s de Valme, a los que espero, la bata no cambie.

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